Pablo Curatella Manes



Pablo Curatella Manes nació en La Plata en 1891 y murió en Buenos Aires en 1962.
Estudió en Buenos Aires con Arturo Dresco y Lucio Correa Morales. Gracias a una beca viaja a Italia en 1911 para instalarse en Florencia donde coincidió con Emilio Pettoruti, Arturo Dresco, Nicolás Lamanna, Cayetano Donis y José Luis Zorrila de San Martín.
Finalizada la primera guerra regresa a Europa para instalarse en París. Allí asistió a los cursos Maurice Denis y Paul Serusier  y Aristide Malliol, en la Academia Ranson. En este momento comenzó a trabajar esculturas con gran simplificación formal.
En 1920 comenzó a trabajar en el taller de Emile Antoine Bourdelle. Las obras de este período acusan la influencia del maestro francés en trabajos donde se vale de la simplificación formal y la fragmentación de volúmenes recortados con aristas rectas. A ese estilo pertenecen obras como El acordeonista, Ninfa acostada y Los acróbatas, entre otras.
La siguiente etapa está marcada por la exploración del espacio materilaizado por ritmos externos de la masa en piezas como La danza y Rugby. Ya en los años ’30 inclinó por las esculturas macizas, de volúmenes geometrizados y con la superficie texturada como Torsos y Maternidad.
El Comité Organizador  del Pabellón Argentino en la Exposición Internacional de París le encargó dos grandes relieves: La tierra Argentina y Los dos hemisferios que el escultor resolvió con dos grandes piezas abstractas que sugieren la geografía argentina.
Durante la Segunda Guerra permaneció en Francia donde continuó trabajando dentro de una propuesta abstracta. Entre 1945 y 1957 trabajó con diversos materiales: bronce, plexiglás, yeso, mármol, chapa de cobre y acero, que denominó Derivaciones de una Estructura. Presentó una selección de estas piezas en 1957 en la primera exposición individual en Buenos Aires, realizada en la Galería Wildenstein.
Pablo Curatella Manes regresó a Buenos en 1951, luego de cuatro décadas en Europa. En 1959 realizó los altorrelieves del Teatro General San Martín: El drama y La comedia.
El Museo Nacional de Bellas Artes le dedicó una muestra antológica de su producción en 1964.
¿Dónde y cuándo nació?/ ¿Cuál es su nacionalidad?
Pablo Curatella Manes, prolífico escultor argentino, nació en La Plata el 14 de diciembre de 1891. Hijo de Antonio Curatella, escultor decorador de origen italiano y de Clara Manes, inmigrante griega, siendo Pablo el séptimo de una familia de nueve hermanos.

¿Dónde y cuándo murió?
Debido a una enfermedad repentina, Pablo Curatella Manes se vio forzado a regresar desde París a Buenos Aires, donde falleció en 1962, a los 70 años de edad.

¿Dónde vivió/trabajó?/ ¿Dónde y con quién estudió?/ ¿Con qué otros artistas se vinculó?
En Buenos Aires, Curatella Manes estudió con los escultores Arturo Dresco y Lucio Correa Morales. En 1911 realizó un viaje a Italia gracias a una beca otorgada por el Vicepresidente Victorino de la Plaza, quien se sorprendió por el talento del joven escultor al recibir de su parte una medalla conmemorativa con su efigie. En la ciudad de Florencia coincidió con importantes artistas, tales como Emilio Pettoruti, Arturo Dresco, Nicolás Lamanna, Cayetano Donis y José Luis Zorrilla de San Martín. En ese viaje de formación entró en contacto con la arquitectura, los museos y las iglesias de Europa, viajando por Inglaterra, Alemania, Austria, Bélgica, Holanda y Francia.
Finalizada la Primera Guerra Mundia, Curatella Manes decidió regresar a Europa para instalarse en París. Allí estudió en la Academia Ranson con Arístide Maillol, Maurice Denis y Paul Sérusier.  
 En 1920 realizó su tercer viaje a Europa, donde permanecerá 30 años. Al radicarse en París, continúa su formación con con Antoine Bourdelle y luego con André Lhote. Fue en esta época cuando estableció contacto con artistas vanguardistas como Juan Gris, Fernand Léger,  Laurence, Pierre Reverdy, Constantin Brancusi y Le Corbusier. En 1922 se casó con la pintora, curadora y crítica de arte francesa Germaine Derbecq.

¿Qué premios ganó?
Entre los premios recibidos por Curatella Manes podemos mencionar la Medalla de Plata que le fue otorgada en 1926 en la Exposición de Arte Decorativo de París por su relieve Lancelot y Geneviève, el cual forma parte de una pérgola instalada en la ciudad de Etampes en Seine-et-Oise. Otro importante premio lo recibió en 1933, el Segundo Premio Salón Nacional de Buenos Aires.

¿Dónde expuso obras?/ ¿En qué exposiciones participó?
Curatella Manes participó de varias exposiciones a lo largo de su carrera artística, tanto en América como en Europa. Entre ellas podemos mencionar: el Salón Nacional de Primavera en Buenos Aires (1912), la exposición de Arte Decorativo en París donde obtiene la medalla de plata (1926), la Exposición Internacional de París (1937), el Salón de los Independientes en París (1946-1949), la Galería Denise-René, donde expone junto a Arp, Calder, Giacometti, Laurens y Picasso (1947), la Bienal Internacional de Venecia (1952) y la Bienal Internacional de San Pablo (1957).
También debemos mencionar dos hechos destacables. En primer lugar, la donación de 31 obras en yeso realizada por el artista, propuesta en 1949, para la creación de un museo de arte moderno en Buenos Aires, que, sin embargo, ante la inexistencia de tal institución, pasaron a formar parte del patrimonio del Museo Nacional de Bellas Artes en 1955. En segundo lugar, la realización de los altorrelieves El Drama y La Comedia para el Teatro General San Martín en 1957.

¿Cuáles son sus influencias artísticas?
La obra de Curatella Manes pasó por diferentes períodos estilísticos. Sin embargo, se puede afirmar que a uno de los principales objetivos que persiguió a lo largo de su carrera artística fue la simplificación de las formas. En esta búsqueda fueron de gran importancia las enseñanzas de Bourdelle en París y el contacto con artistas vanguardistas como Juan Gris Fernand Léger,  André Lhote, Laurence, Pierre Reverdy, Constantin Brancusi y Le Corbusier. El contacto con el cubista Juan Gris fue particularmente decisivo para Curatella Manes. Las figuras de cartón plegado y articulado que Gris realizaba como proyecto para ballets rusos influyen en la concepción de las obras del artista argentino. Gracias a este hecho Curatella Manes descubre una nueva dimensión del espacio y nuevas aplicaciones del plano, la luz, la materia y el movimiento. A partir de esta época (década de 1920), inspirado por el cubismo y el futurismo, se dirigirá cada vez más hacia la abstracción.

¿A qué estilo/movimiento estético responde?/ ¿Cómo evolucionó/cambió su obra a lo largo del tiempo?
La obra de Curatella Manes pasó por diferentes períodos estilísticos. Sin embargo, se puede afirmar que a uno de los principales objetivos que persiguió a lo largo de su carrera artística fue la simplificación de las formas, comenzando por la figuración y avanzando hacia un lenguaje cada vez más abstracto.
En 1920 realizó su tercer viaje a Europa para finalmente radicarse en París. Allí fue decisivo el contacto que estableció con artistas vanguardistas como Juan Gris (de gran influencia), Fernand Léger,  Laurence, Pierre Reverdy, Constantin Brancusi y Le Corbusier. En este contexto se dedicó a explorar el lenguaje del cubismo y creó obras como El Acordeonista, Ninfa Acostada y Los Acróbatas. En ellas se manifiesta un interés por simplificar las formas, geometrizarlas y fragmentar los volúmenes de manera facetada.  
Luego, hacia 1925 Curatella Manes comenzó a trabajar con la captación de la dinámica y la conquista del espacio a través de obras como Caída de Ícaro, Rugby, Danza y La Santa. En este nuevo período, el escultor buscó aligerar la materia, aireando los volúmenes, para crear figuras como esculturas abiertas y estructuradas por gruesos filamentos entrelazados.
Posteriormente, a partir de 1931 aproximadamente, regresó a las esculturas volumétricas y pesadas de épocas anteriores. Un ejemplo de este período es la obra Las Tres Gracias, en donde vemos nuevamente la concepción de una escultura maciza y formas desfiguradas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, ante las estrecheces de esos tiempos y con pocos recursos se dedicó al dibujo y a realizar maquetas de plastilina, metal y cartón. En esa época también creó la Estructura Madre, obra que consideró como el resumen de todos los imperativos que debían exigirse a una escultura. Es por ello que luego la utilizó como base para realizar siete esculturas con diferentes materiales (Pájaro, Falena, Tango, Proyección 7, Proyección 8, Construcción Espacial, Dos Formas en Una).

  ¿Qué otras actividades realizó además de la escultura?
Curatella Manes no sólo fue un importante escultor. En 1926 obtuvo un puesto laboral en la Embajada Argentina en Francia.  Desde ese entonces, realizó diversas tareas a lo largo de su carrera diplomática: fue oficial de negocios en la Embajada Argentina en Francia, supervisó la repatriación de argentinos luego de la invasión nazi en Francia de 1940, controló la reapertura de la Embajada Argentina y la reconstrucción de la casa de Boulogne-Sur-Mer donde el General José de San Martín falleció en 1850.

¿Por qué se lo considera un artista de vanguardia?/ ¿Cuál fue su aporte al arte argentino?
Curatella Manes es uno de los iniciadores de la escultura moderna argentina. A diferencia de escultores como Alfredo Bigatti y Luis Falcini que seguían una línea tradicional, él rechazó las convenciones académicas y el tratamiento clásico. En su búsqueda por gestar un nuevo lenguaje moderno, Curatella Manes creó diversas obras en las que se vislumbra una nueva concepción de la escultura. Influido por el cubismo y el futurismo, fue explorando diferentes maneras de sintetizar las formas y fragmentar los volúmenes, alejándose de este modo del naturalismo clasicista.

¿Cuál es su técnica?/ ¿Cómo realiza sus esculturas?
La técnica que Curatella Manes sigue para realizar sus esculturas es la de fundición o vaciado a la cera perdida. Este procedimiento, que data de la Antigüedad, permite obtener figuras de metal (generalmente de bronce y oro) por medio de un molde que se elabora a partir de un prototipo, tradicionalmente modelado en cera.
El artista crea primero un modelo en arcilla o en yeso. Luego construye el molde en silicona, en el cual quedan impresos con exactitud los rasgos de la pieza. Se realiza una réplica en cera del modelo original y a ella se añaden unos canales por donde más tarde circulará el metal. La pieza en cera es cubierta por una gruesa capa de material refractario. Mediante un golpe de calor, se procede a derretir y eliminar la cera- de ahí su nombre. Allí donde estaba la cera queda el hueco para el metal fundido, que corre por los conductos hasta llenar la pieza. Una vez enfriado el metal, se destruye el molde y se extrae la pieza de bronce.